Playas Altea
Todas las playas y calas de Altea destacan por la excelente calidad de sus aguas. En la mayoría de ellas ondea la Bandera Azul, lo que supone un reconocimiento al nivel de calidad y excelencia de la conservación y servicios que se prestan en el litoral de Altea: socorrismo y vigilancia, servicio de hamacas, recogida de desperdicios, acceso a minusválidos y algunas con parques para niños pequeños.
Podemos destacar:
- Playa de CapBlanc: mide 1.350 metros y su ocupación es alta. Tiene arena y grava, y las aguas tranquilas. En cuanto a sus servicios, se puede alquilar equipos náuticos, y hay hamacas, sombrillas, duchas, parking, autobuses y estación de trenes. Está junto al Club Náutico.
- Playa de L’Espigó: recientemente inaugurada, supone una ampliación del litoral alteano en más de 300 metros de playa y un paseo marítimo que comunica con la desembocadura del río Algar.
- Playa del CapNegret: su extensión es de 1.450 metros y tiene mucha vegetación. Su ocupación es media, tiene arena y grava y las aguas son un poquillo revueltas. Entre sus servicios tienen sombrillas, hamacas, WC y autobuses.
- Playa de la Solsida: es uno de los rincones naturales más atractivos de Altea gracias a su espesa franja de vegetación y su situación privilegiada que la convierte en el lugar perfecto para desconectar y escapar del bullicio veraniego típico de otras playas.
- Playa de La Olla: mide 1.400 metros y es una playa semi-urbana con ocupación media. No tiene arena sino que es de grava y bolos, con el mar siempre en calma. Hay estación de tren, autobuses, parking y WC. Tiene un encanto especial gracias a la pequeña isla de La Olla, que descansa a 470 metros de la costa y a la que se puede llegar nadando.